lunes, 27 de octubre de 2008

como realizar un comentario

  1. Metodología del comentario de texto histórico
    El método a seguir no puede parecer más simple, se limita a leer, pensar y escribir. Sin una lectura cuidadosa y repetida del texto es imposible extraer las ideas fundamentales, y sin haber comprendido estas ideas es imposible hacer el más mínimo comentario. La lectura ha de ir acompañada de un estudio del tema, al menos si es desconocido, pues sin hacer una búsqueda del significado de las ideas expuestas, de su referencia temporal y espacial, difícilmente se pueden exponer unas conclusiones. La comparación de la técnica del comentario de texto con la investigación histórica tiene sentido porque un buen comentario requiere una investigación o profundización en el tema expuesto en el documento.
    El rigor en la investigación histórica requiere hacer el primer paso, el de la aproximación a los textos históricos, con ese mismo rigor. Para ello se requieren unas técnicas específicas para conocer, analizar, comentar o interrelacionar el documento. Esos cuatro aspectos se traducen en los cuatro puntos fundamentales que ha de seguir un comentario de texto:
    Clasificación
    Análisis
    Comentario
    Juicio crítico
    Clasificación
    Clasificar un texto es el primer paso en el trabajo de acercamiento al texto que se va a comentar. Significa seguir unas pautas para el conocimiento de los puntos básicos del texto. Para hacer la clasificación hay que partir de unas preguntas previas, de los interrogantes que se quieren conocer: ¿quién fue el autor del texto? ¿en qué momento histórico está redactado? ¿en qué lugar se hizo?¿a quién va dirigido el texto? ¿de qué naturaleza es el texto a analizar?.
    La respuesta a estas preguntas proporcionará la información básica, el esqueleto, sobre el que se montará el cuerpo a construir. Es importante contestar a esas preguntas lo más precisamente posible, y para ello habría que ir planteando nuevos interrogantes a cada una de esas preguntas.
    Clasificación
    Acerca del autor hay que averiguar lo siguiente: ¿se conoce su nombre e identidad? ¿fue un individuo famoso? ¿fue un personaje irrelevante? ¿es un documento redactado por un grupo de individuos reunidos de forma espontánea? ¿es un documento compuesto por una comunidad? ¿es un hombre o una mujer? ¿es un personaje con vinculaciones étnicas o religiosas que pueden influir en lo que escribe?
    El destinatario de un documento es otro de los elementos a considerar en la clasificación. ¿Se trata de una persona en particular?, ¿va dirigido a una comunidad? ¿a una nación? Dependiendo del destinatario, el estilo del documento variará, y eso queda de manifiesto si se tiene en cuenta algo tan sencillo como comparar los documentos públicos de los privados, y en concreto si se toma un ejemplo de algún personaje histórico y se comparan los documentos emanados como hombre político, y los redactados de forma íntima a algún miembro de su familia.
    La fecha o el tiempo histórico del texto es un aspecto fundamental. Las preguntas a plantearse van desde ¿se conoce la fecha exacta o el año exacto?, en caso contrario ¿puede llegar a conocerse la fecha aproximada?, ¿hay que conformarse con datarlo en un siglo o parte de un siglo? En algunos textos hay, además, que plantearse dos fechas, la de redacción del documento y la del acontecimiento a aspecto al que hace mención.
    El lugar donde o para donde se redacta el documento es otro elemento a considerar en la clasificación, especialmente en algunos casos en los que el lugar o el país al que corresponde el documento puede tener connotaciones especiales.
    Por último, la naturaleza del texto suele indicarse en la clasificación, aunque probablemente sea el aspecto menos necesario para luego iniciar el análisis y comentario. Las clasificaciones no son sencillas de hacer, pues la tipología del documento histórico es tan amplia que resulta muy difícil encuadrarla en parámetros pequeños. Por ello proponemos la siguiente clasificación:
    1. Textos jurídicos: documentos que establecen una relación de Derecho entre dos o más partes. Constituciones, leyes, decretos, tratados internacionales, testamentos, estatutos, normas conciliares... pueden incluirse en este apartado.
    2. Textos literarios: pertenecen a los géneros de la literatura que utilizan fundamentalmente personajes de ficción. Poesía, cuento, novela y teatro son los cuatro tipos fundamentales a incluir en este grupo.
    3. Textos historiográficos: documentos extraídos de obras de historia. Crónicas, anales, biografías, libros de historia, obras escritas sobre un determinado momento histórico, bien sea por hombres de su tiempo o por investigadores posteriores.
    4. Textos teóricos: documentos en los que se establece un conjunto de postulados o leyes sobre el que se construye un sistema de pensamiento. Ensayos políticos, sociológicos, económicos, etc. habría que incluirlos en este apartado.
    5. Textos políticos: los que tienen como punto de referencia la organización gubernamental e institucional de la sociedad, exceptuando los documentos que tienen fuerza de ley. Declaraciones políticas, manifiestos, discursos, etc.
    6. Textos socio-económicos: los que inciden en la situación social y económica de una sociedad, pero no tienen como finalidad principal la modificación del sistema político. Reivindicaciones de colectivos en huelga, informes de sindicatos, etc.
    7. Textos de opinión: los que reflejando ideas, convicciones o sentimientos personales se expresan directamente a través de un medio de comunicación de masas. Artículos de prensa, entrevistas periodísticas, editoriales, etc.
    8. Textos personales: documentos estrictamente privados que en el momento de ser escritos no tuvieron trascendencia o difusión pública. Diarios personales, cartas privadas, notas personales, etc.
    9. Textos circunstanciales-informativos: los que recogen sucesos de la vida diaria, ya sea en una situación de paz o de guerra. Crónicas de sucesos, partes bélicos, etc., pueden incluirse en este grupo.
    Análisis
    El análisis de un texto histórico ha de contemplar los hechos y las ideas expuestas, para aplicar un método de análisis a ambos. Los pasos de este análisis han de ser los siguientes:
    Exposición de los hechos señalados, explicando cada uno de ellos con toda exactitud: nombres, fechas títulos, detalles técnicos, en definitiva cualquier palabra o detalle que sirva para entender mejor el texto a analizar.
    Estudio de las ideas expresadas en el documento, lo que requiere un trabajo previo de abstraer la idea o ideas primarias, y las secundarias si las hubiere.
    Explicación en profundidad de las ideas apuntadas en el apartado anterior.
    Comentario
    Un documento histórico revela las condiciones de un acontecimiento, raramente señala las causas o hace relaciones que sirvan para entender mejor lo expuesto. El historiador no ha de conformarse con el dato, con el conocimiento superficial del acontecimiento, ha de ir a indagar las causas que lo produjeron. El comentario de texto ha de proponerse como objetivo fundamental la búsqueda de las causas, próximas o remotas, del tema del que trata el documento. Para ello se han de plantear las siguientes cuestiones:
    ¿Por qué sucedió lo expuesto en el texto?
    ¿Por qué dominaban esas ideas en el momento histórico al que hace referencia?
    ¿Qué antecedentes precedieron a los hechos o ideas que se expresan?
    ¿Cuáles fueron las causas, inmediatas o lejanas, de los hechos?
    ¿Qué relación existe entre los hechos que se citan o las ideas que se expresan y la historia de su tiempo?
    ¿Qué consecuencias, a corto o largo plazo, pudo tener?
    Contestando a estas preguntas se puede hacer un buen comentario de texto, centrándose en los cuatro elementos esenciales: revelar los antecedentes, explicar las causas, hacer la relación con la situación histórica del momento y descubrir las posibles consecuencias. Con ello se evitarán las repeticiones, innecesarias e inapropiadas en un análisis y comentario de texto histórico.
    Juicio Crítico
    Es uno de los pasos más difíciles en el comentario de texto. En la mayor parte de los documentos es dificultoso, en algunos imposible, y solo es fácil en aquellos en los que los prejuicios del autor, la propaganda expresada o la falta evidente a la verdad, permiten denunciar la falta de objetividad del documento.
    Para realizar el juicio crítico se deberían considerar dos aspectos: el objetivo y el subjetivo, y para cada uno de ellos plantearse cuestiones diferentes:
    1. Para un juicio crítico de carácter objetivo:
    ¿Se consideró digno de credibilidad en su momento?
    ¿Qué importancia tuvo el documento en la historia de su tiempo?
    ¿Qué repercusiones tuvo en su momento o posteriormente?
    2. Para un juicio crítico de carácter subjetivo:
    ¿Es verdad lo que dice el texto?
    ¿De qué manera la subjetividad del autor está condicionando la narración de los hechos?
    ¿Ha intentado el autor influir en la mentalidad de los lectores?
    ¿Qué prejuicios han podido influir en la redacción del texto?
    ¿Se trata de un texto de propaganda política?
    ¿Se puede considerar fiable el documento?
    Como ocurre con los otros pasos del comentario de texto, no todas las cuestiones pueden plantearse a todos los documentos, sino que dependiendo de su naturaleza se plantearán o no las preguntas, o se harán de una forma u otra. De la misma manera se podría decir que el juicio crítico no es algo rígido, y que, también como los otros pasos del comentario textual, ha de individualizarse según el tipo de documento, pues no todos pueden comentarse de la misma manera, más bien al contrario, hay que considerar que muchos requieren un tratamiento específico.

miércoles, 25 de junio de 2008

eje cronológico sobre los primeros años del franquismo.

1938
· Franco forma su primer gobierno que durará hasta agosto de 1939 (1 febrero)
· Promulgación en Burgos del Fuero de Trabajo (9 Marzo)
· Las tropas Nacionales liberan las primeras tierras catalanas. Franco declara abolido el Estatuto de Cataluña (5 abril)
· El General Camilo Alonso Vega corta la zona republicana llegando al mediterráneo en Vinaroz (15 abril)
· El ejército rojo cruza el Ebro con la esperanza de volver a unir las dos zonas republicanas. Empieza la batalla más larga y decisiva de la Guerra Civil Española. (25 julio)
· El ejército Rojo vuelve a cruzar el Ebro derrotado. Han dejado 30.000 muertos y 20.000 prisioneros (15 noviembre)
· Franco devuelve la nacionalidad española a Alfonso XIII (18 diciembre)
1939

· El Estado español promulga la ley de responsabilidades políticas (9 febrero)
· Las tropas Falangistas llegan a la frontera con Francia por Port-Bou y la Junquera (10 febrero)
· El régimen de Franco se suma al pacto Anti - Komitern (27 marzo)
· El Coronel Casado re rinde y las tropas nacionales liberan Madrid (28 marzo)
· El Caudillo da el último parte de guerra (1 abril)
· El régimen funda el Instituto Nacional de la Vivienda para proceder a la reconstrucción de la nación (17 abril)
· Forma su segundo Gobierno (9 agosto)
· España declara su neutralidad durante la II Guerra Mundial que acaba de comenzar (4 septiembre)
1940
· Se promulga la ley de Unidad Sindical que funda los sindicatos verticales (26 enero)
· Se promulga la ley de Persecución de la Masonería y el Comunismo (1 marzo)
· Oficialmente, España cambia sus situación de nación neutral a no beligerante en favor de El Eje. (12 junio)
· Es nombrado Ministro de Asuntos Exteriores Serrano Suñer en sustitución de Beigbeder (17 octubre)
· Entrevista de Franco con Hitler en Hendaya para tratar la entrada de España en la guerra (23 de octubre)
1941
· Se produce la nacionalización de las comunicaciones por ferrocarril y se crea la empresa estatal RENFE (24 enero)
· Franco se entrevista con Mussolini en Bordighera (12 de Febrero)
· Fallece en Roma Alfonso XIII. El Gobierno Español declara día de luto nacional (28 febrero)
· Serrano Suñer cesa en las carteras de Gobernación y Secretaría General del Movimiento, siendo en este cargo sustituido por Arrese. Girón se hace cargo de la cartera de Trabajo (20 mayo)
· Serrano Suñer dicta su discurso "Rusia es Culpable". Arrese llama a la formación de la División de Voluntarios Españoles -División Azul- (24 junio)
1942
· Creación de las Cortes Españolas (17 julio)
· Como consecuencia del desembarco aliado en Casablanca, Roosevelt escribe a Franco manifestando que la neutralidad de España no está en peligro (8 noviembre)
· Se crea un Seguro Obligatorio de Enfermedad (12 diciembre).
· Se firma el protocolo hispano-portugués, el Bloque Ibérico, para impedir una intervención aliada o alemana en la península. (20 diciembre)
1943
· Mussolini es depuesto (25 julio)
· Como consecuencia de las derrotas de las tropas de El Eje, varios Generales piden a Franco la restauración de la monarquía (8 septiembre)
· España cambia su actitud de no beligerante a neutral (3 octubre)
· Regresan los primeros divisionarios desde el frente ruso (12 diciembre)
1944
· Franco abre contactos con D. Juan de Borbón (enero)
· E.E.U.U. decreta el embargo de petróleo a España como consecuencia de sus suministros clandestinos a Alemania (28 enero)
· Se declaran las primeras elecciones sindicales libres (17 octubre)
· El maquis -querrilla comunista- es vencido definitivamente (2 noviembre)
1945
· D. Juan de Borbón, ante la inevitable derrota de El Eje, cambia su táctica y da un manifiesto contra Franco.
· España rompe sus relaciones con Japón (12 abril)
· En San Francisco se constituye la O.N.U. (26 junio)
· Los aliados se reúnen en la conferencia de Postdam, donde se pronuncian contra el régimen franquista. (17 julio a 2 agosto)
· Franco forma su tercer gobierno.(18 julio)
· Primer indulto a los delitos políticos durante la Guerra Civil (9 octubre)
· Promulgación de la Ley de Referendum Nacional (22 octubre)
1946
· La O.N.U. no admite como miembro a España
· Declaración de Francia, Inglaterra y E.E.U.U. contra el régimen de Franco
· La Asamblea General de la O.N.U. recomienda la retirada de embajadores y ministros plenipotenciarios acreditados en Madrid. Franco recibe masivo apoyo del pueblo español ante la situación internacional (9/12 diciembre)
1947
· LLega a Madrid el Embajador de Argentina enviado por Perón (16 enero)
· Firma en Buenos Aires del acuerdo comercial hispano-argentino (30 enero)
· Segundo manifiesto de D. Juan de Borbón contra el régimen de Franco. (9 abril)
· Primer referendum celebrado en España para aprobar la ley de Sucesión (6 julio)
· Segundo indulto general (17 julio)
· La O.N.U. no ratifica su acuerdo de 1946 sobre Franco. La guerra fria ha comenzado (17 noviembre)
1948
· Reapertura de la frontera francesa (10 febrero)
· Firma del protocolo Franco-Perón
· El caudillo y Don Juan se entrevistan en el yate Azor. Se decide que D. Juan Carlos de Borbón realice sus estudios en España bajo la tutela de Franco (25 agosto)
1949
· Se crea la O.T.A.N. y se agudiza la guerra fria
· Tercer indulto general
1950
· Es Secretario de Estado norteamericano Dean Achenson promete el envío de un embajador a Madrid, así como la entrada de España en los organismos especializados de la O.N.U. (18 enero)
· E.E.U.U. designa un nuevo embajador en Madrid (2 marzo)
· Se funda en Barcelona la SEAT, con un 52% de capital del INI (9 mayo)
· Fundación de ENDESA por parte del INI (15 junio)
· Comienza la guerra de Corea (25 junio)
· La O.N.U. revoca su resolución de 1946 para la retirada de embajadores de España (4 noviembre)
1951
· España ingresa en la Organización Meteorológica Mundial OMM, primero de los pasos para la integración de España en la O.N.U.
· Huelga de tranvías en Barcelona (9 marzo)
· España ingresa en la Organización de Agricultura y Alimentación FAO. La entrada en otros organismos internacionales será ya una progresión constante. (5 abril)
· Franco forma su cuarto Gobierno (18 julio)
1952
· Se promulga una ley para la puesta en marcha del Plan Badajoz, dentro de la nueva y exitosa política económica del régimen (7 abril)
· cuarto indulto general (1 mayo)
· Se crea el Servicio Nacional de Concentración Parcelaria diseñado para cambiar la estructura del campo español.
1953
· España ingresa en la UNESCO (30 enero)
· Firma del Concordato con el Vaticano (25 agosto)
Firma en Madrid de los pactos económicos y militares con E.E.U.U. (26 septiembre

Comentario de texto

Ley del Referendum Nacional (22.10.1945)
“Abierta para todos los españoles su colaboración en las tareas de Estado a través de sus organismos naturales, constituidos por la familia, el municipio y el sindicato y promulgadas las Leyes básicas que han de dar nueva vida y mayor espontaneidad a las representaciones dentro de un régimen de cristiana convivencia, con el fin de garantizar a la Nación contra el desvío que la historia política de los pueblos viene registrando de que en los asuntos de mayor trascendencia o interés público, la voluntad de la Nación pueda ser suplantada por el juicio sujetivo de sus mandatarios; esta Jefatura del Estado, en uso de las facultades que le reservan las Leyes de treinta de enero de mil novecientos treinta y ocho y ocho de agosto de mil novecientos treinta y nueve, ha creído conveniente instituir la consulta directa a la nación en referéndum público en todos aquellos casos en que, por la trascendencia de las leyes o incertidumbres en la opinión, el Jefe del Estado estime la oportunidad y conveniencia de esta consulta.
En su virtud, dispongo:
Artículo Primero:
Cuando la trascendencia de determinadas Leyes lo aconsejen o el interés público lo demande, podrá el Jefe del Estado, para mejor servicio de la Nación, someter a referéndum los proyectos de Leyes elaborados por las Cortes.
Artículo Segundo:
El referéndum se llevará a cabo entre todos los hombres y mujeres de la Nación mayores de ventiún años.
Artículo Tercero
Se autoriza al Gobierno para dictar las disposiciones complementarias conducentes a la formación del censo y ejecución de la presente Ley.”
En SANCHEZ AGESTA, L. Documentos constitucionales y textos políticos.
Madrid, Ritmo Universitario, 1976, pp. 255-256.

Comentario de texto

Discurso de Franco en la academia militar de Zaragoza.

“Caballeros cadetes, Podría empezar estas palabras con una clásica frase:”Decíamos ayer” y en vardad dijimos que la Academia desaparecía pero quedaba la obra. Ya lo veis. Han bastado solo once años para que hayamos trocado aquella escena triste, aquella solemnidad severa en que se disolvió este Centro, en esta otra, en que los colores de la misma bandera vienen a presidir de nuevo nuestros actos.
En aquellos momentos en que se deshacía el Centro e iban a dispersarse los alumnos por las distintas guarniciones, tuvimos una visión clara de la realidad: la obra quedaba en pie, la obra eran las promociones que de aquí salieron, las que les llevaba el espíritu de nuestra Academia, representado en el amor a nuestra bandera, como lo demostró aquella procesión silenciosa, aquella procesión privada en que los alumnos, nuestros cadetes, antes de la partida, fueron al salón de actos a visitar por última vez la bandera que un afán iconoclasta nos había arrebatado.
Aquel acto negativo que despobló estas aulas fue consecuencia natural del régimen que establecía como principio para España la renuncia a la guerra; no se quería ya un Ejército fuerte y potente, se quería un Ejército mortecino y sin ideales, y para dar el paso primero en aquella desdichada fase de trituración, había que destruir el crisol de todas las virtudes, había que destruir la Academia General Militar, todo lo que pudiera representar el nervio y la cepa de una raza; había que empezar a destruir los cimientos para luego despedazar a España.
De cómo no nos defraudó muestra esperanza lo vimos al primer toque de clarín, cuando al toque de llamada para la Cruzada salieron de nuevo los colores de nuestra bandera, y de todos los rincones de España acudieron las promociones de oficiales sin distinción. De su comportamiento nos hablan los cuerpos de los que hemos enterrado y los pechos de los que hoy viven.
Las Academias Militares son los laboratorios donde no sólo se forja la doctrina de los Ejércitos, sino que se crea la moral de las generaciones[…] es necesario que trascienda fuera de estos muros, que llegue a todos los rincones[…] Y no es que la nueva España adopte el belicismo como norma, sino que nunca ha sido más verdad el viejo aforismo de que no hay mejor medio para guardar la paz que estar siempre dispuesto para la guerra. ¡Guardar la paz!....Y yo os pregunto ¿Es que existe la paz?. Yo niego la existencia de la paz. Cuando los tiempos son tranquilos, cuando la paz reposa sobre nuestra nación, cuando creemos recibir una aparente sensación de calma, es cuando se están formando las tempestades que van a descargar sobre las naciones[…]Unidad y disciplina es tradicional exigirlas a los Ejércitos como base indispensable para la victoria; pero yo os digo que hoy hace falta mucho más: que esta unidad y esta disciplina que antes eran atributos castrenses, se conviertan en normas para la nación[…] Enfrentaros con coraje con todo lo que divide; no consistáis matices, que nadie se resguarde detrás del ¡Viva España![…]El ¡Arriba España! Es el grito de hoy, el de nuestros muertos, el de los que no se conforman con que viva, sino que la quieren ver arriba. Todo esto significa la bandera que os entrego[…] Este es el mandato de nuestros muertos y esto significa el mandato que le prestáis. Caballeros cadetes, oficiales del Ejército, generales, jefes y oficiales ¡ARRIBA ESPAÑA!.”

Responde a las siguientes preguntas:
1) Identifica la idea principal del texto y el núcleo temático de la materia, donde lo situarías
2) Importancia del ejército en el régimen franquista

evolución económica y social de 1959 a 1975

El Plan de Estabilización de 1959Diseñado por los tecnócratas del Opus Dei, que habían accedido al gobierno en 1957, este plan económico fue elaborado siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se trataba ante todo de liberalizar la economía, acabando con el período autárquico e intervencionista. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del estado, a la vez que se abría la economía al exterior, devaluando la peseta y liberalizando las inversiones extranjeras.
Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo. A partir de 1961, tras reducirse el déficit del estado y recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico.
El desarrollo económico de los años sesentaEl período 1961-1973 vino marcado por un rápido crecimiento industrial y del sector servicios. La apertura económica al exterior provocó un verdadero aluvión de inversiones extranjeras que llegaron atraídas por los bajos salarios.
El desarrollo industrial desencadenó una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y hacia Europa. A la vez que la agricultura se modernizaba, amplias zonas del interior quedaban desertizadas.
En el terreno comercial, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos. El tradicional déficit de la balanza comercial se vio compensado por los ingresos procedentes del espectacular desarrollo del turismo, las inversiones extranjeras y las remesas enviadas por los emigrantes en Europa.
Para tratar de encauzar el crecimiento económico, el gobierno aprobó a partir de 1963 varios Planes de Desarrollo. Basados en los incentivos fiscales y en las ayudas estatales tuvieron un resultado bastante inferior al previsto. La economía siguió creciendo pero la planificación no funcionó. El mejor ejemplo fue el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país.
En definitiva el período 1961-1973 estuvo marcado por un gran desarrollo económico, inserto en un marco general de expansión europea y mundial. Ese contexto exterior favorable permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva llegada de turistas y la eliminación del paro mediante la emigración a Europa.Los grandes cambios sociales de los años sesenta Tras los duros años de la posguerra, en los que la sociedad española había quedado anclada a un tipo de sociedad arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social. Estos fueron algunos de sus principales rasgos:
Masiva emigración rural a las ciudades y a Europa occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos que no querían los nativos.
La emigración trajo consecuencias positivas como la reducción del paro o el ingreso de las abundantes remesas enviadas por los emigrantes, pero trajo consigo el desarraigo humano que toda emigración implica y la agudización de las diferencias de riqueza entre las diversas regiones del país.
Fuerte incremento de la población. A la vez que se reducía la tasa de mortalidad, la tasa de natalidad se mantuvo en valores muy altos e incluso aumentó.
Para atender las necesidades de esta población creciente el gobierno no aumentó el gasto público lo que llevó a que los servicios públicos fueran claramente insuficientes:
En el terreno educativo el número de escuelas e institutos fue muy por detrás de las necesidades de una creciente población infantil y juvenil.
Aunque se crearon algunos enormes hospitales y desde 1963 aumentaron las prestaciones sanitarias y los sistemas de pensiones, la cobertura sanitaria siguió estando muy alejada de lo que requería una sociedad moderna
El crecimiento demográfico provocó un enorme déficit en vivienda que trató de resolverse mediante grandes operaciones inmobiliarias en las ciudades españolas. Estos nuevos barrios nacieron a menudo sin equipamientos sociales y urbanos básicos.
La sociedad de consumo
Pese a sus limitaciones, el desarrollo económico propició la aparición de la sociedad de consumo en España. La extensión del uso de electrodomésticos, dos tercios de los hogares tenían televisión en 1969, y del coche, un cuarto de las familias españolas poseían un automóvil ese mismo año, fueron los elementos que mejor ejemplificaron la nueva sociedad. La sociedad de consumo, caracterizada por el acceso a más información y por una mayor movilidad, trajo, especialmente entre los más jóvenes, una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen: Progresiva relajación de la importancia de la Iglesia. Nuevos hábitos de relación social y nuevas pautas de relación entre ambos sexos. Todas, costumbres e indumentarias que llegaron a través del turismo.

la evolución política entre 1959 y 1975.

Pese profundos cambios económicos y sociales de la década de los sesenta, el inmovilismo, la ausencia de cambios importantes, caracterizaron a la política del período. No obstante, se pueden reseñar algunos elementos nuevos que posteriormente tendrían gran trascendencia:
La renovación de la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II propiciaron el alejamiento de la Iglesia y el régimen franquista. Las tensiones fueron crecientes entre los que habían sido estrechos aliados. Resurgimiento de las tensiones nacionalistas y aparición del terrorismo de ETA. En 1959, un grupo de jóvenes abandonaron el PNV y crearon ETA, Euzkadi ta Askatasuna, (Patria Vasca y Libertad). Esta nueva organización nacionalista radical optó unos años después por aplicar tácticas terroristas. Aumento de los conflictos laborales desde 1961. Las reivindicaciones de las huelgas fueron pasando poco a poco de cuestiones laborales (salarios, jornada de trabajo) a la denuncia política (libertades sindicales y políticas).
Mientras el régimen aplicó pequeños e insuficientes cambios legislativos, que no cambiaron para nada su esencia dictatorial:
La Ley de Prensa de 1966, aprobada por el entonces ministro de Información, Manuel Fraga, aunque levantó algo la presión de la censura, no significó ningún avance significativo.
La Ley Orgánica del Estado de 1966. Última de las Leyes Fundamentales del Movimiento que no trajo ningún cambio de interés
Forzado por su avanzado edad, Franco tuvo finalmente que designar un sucesor. En 1969, Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, fue designado sucesor "a título de rey”
Los años finales de los sesenta y los principios de los setenta vinieron marcados por un fuerte crecimiento de la oposición en las fábricas, donde había renacido un sindicalismo clandestino y en las universidades.
La represión fue la respuesta. La policía política, la Brigada Político-Social, no dudaba en aplicar la tortura en las comisarías. Los opositores al régimen pasaron a ser juzgados por un tribunal especialmente creado para ejecutar la represión, el Tribunal de Orden Público.
En ese contexto tuvo lugar el primer atentado de ETA. La respuesta fue una represión indiscriminada que, de hecho, provocó el aumento del apoyo social a la banda. Un momento clave fue la celebración en 1970 del denominado Juicio de Burgos ante una corte militar. Nueve etarras fueron condenados a muerte lo que desencadenó protestas internacionales y en el país. La presión internacional llevó a que finalmente las condenas fueron conmutadas. La brutalidad del franquismo provocó que muchos entre la opinión liberal y de izquierdas no se dieran cuenta del real significado del terrorismo nacionalista de ETA.
La avanzada edad del dictador y la creciente presión de la oposición llevaron a la formación de dos tendencias dentro del régimen. Por una lado, los que se empezaron a llamar "aperturistas", estos, sin cuestionar la figura de Franco, defendieron la necesidad de aplicar pequeñas reformas en un sentido democrático y parlamentario. Por otro lado, lo que se vino a denominar el "bunker". Aquí se agruparon los sectores más extremistas y violentos, contrarios a cualquier cambio. Para aliviar al senil Franco de las tareas cotidianas de gobierno, en 1973, Carrero Blanco, un militar partidario de la línea dura, fue nombrado presidente del gobierno. Carlos Arias Navarro fue nombrado ministro de Gobernación.
La vida del dictador terminó en un contexto complejo y conflictivo:
El enfrentamiento con la Iglesia llegó a extremos que hubieran sido inconcebibles unos años antes. Ante la amenaza de expulsar de España a Añoveros, obispo de Bilbao que había publicado una pastoral defendiendo la identidad cultural y lingüística del pueblo vasco, el Vaticano contestó con la advertencia de que tal expulsión significaría la ruptura del Concordato y la excomunión de quien lo llevara a cabo.
En septiembre de 1975, tras un juicio militar, fueron condenados a muerte y ejecutados cinco militantes del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico - organización terrorista creada dos años antes) y de ETA. De nuevo, hubo grandes protestas internacionales
Finalmente, tras tres meses y medio de enfermedad, Franco murió el 20 de noviembre de 1975.

la evolución económica y social entre 1939 y 1959.

En 1939, España era un país arruinado. Diezmada demográficamente, el hambre y la extrema necesidad eran la realidad cotidiana de una gran parte de la población.
La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica estuvo marcada por el modelo creado en la Italia mussoliniana y consolidado en la Alemania de Hitler: la autarquía, una política económica basada en la búsqueda de la autosuficiencia económica y la intervención del estado
El intervencionismo del Estado se extendió por gran parte de la economía nacional. El Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 para mejor controlar la exangüe industria española y se estableció un rígido control del comercio exterior. Los años de la posguerra marcaron una tremenda regresión en el terreno económico. El hundimiento de la producción agrícola e industrial fue acompañado de una vuelta atrás histórica: el sector primario volvió a superar el 50 por ciento de la renta nacional.
En un contexto de escasez e intervención estatal, el mercado negro, el estraperlo, y la corrupción generalizada (licencias importación y exportación, suministros al Estado...) se apoderaron de la economía del país.
Esta situación se vio fuertemente agravada por la coyuntura internacional. A la segunda guerra mundial, 1939-1945, le sucedió un período de aislamiento por la condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje
El evidente fracaso del modelo autárquico llevó a que desde los inicios de los años cincuenta se produjera un giro en la política económica. Se aplicó una liberalización parcial de precios y del comercio y la circulación de mercancías En 1952 se puso fin al racionamiento de alimentos.Estas medidas trajeron una cierta expansión económica. Finalmente, en 1954 se superó la renta por habitante de 1935. Se ponía fin a veinte años perdidos en el desarrollo económico español.
La guerra fría y el consiguiente cambio en la política internacional norteamericana propiciaron que desde 1951 comenzara a llegar ayuda económica norteamericana. Aunque inferior a la recibida por los países beneficiarios del Plan Marshall, esta ayuda permitió importaciones de bienes de equipo imprescindibles para el desarrollo industrial.
El incipiente desarrollo trajo, sin embargo, una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. Finalmente, Franco, tras veinte años de políticas económicas nocivas, permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959.

la evolución política y la coyuntura internacional entre 1939 y 1959

El dictador, que concentraba todo el poder, asumió la función constituyente. Poco a poco el régimen fue aprobando diversas Leyes Orgánicas, que configuraron lo que se vino a en llamar las Leyes Fundamentales del Movimiento: Fuero del Trabajo, 1938, Ley Constitutiva de las Cortes, 1942; Fuero de los Españoles, 1945; Ley de Referéndum Nacional, 1945; Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, 1946.
Los años cuarenta y hasta bien entrados los cincuenta fueron los "Años del hambre”, Racionamiento de los alimentos. Extensión del mercado negro de todo tipo de productos. Corrupción generalizada. La vida social se basó en la "recomendación”.
La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 fue la herramienta jurídica utilizada para la dura represión que llegó al final de la guerra. El número de prisioneros políticos fue tan grande que se tuvieron que habilitar campos de concentración a lo largo de todo el país. Las ejecuciones se contaron por decenas de miles.
El 7 de abril, recién acabada la guerra, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista que asociaba a la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón. Las derrotas del Eje hicieron que, a partir de 1942, Franco comenzara un cauteloso giro en su política internacional buscando la conciliación con los países aliados. La destitución de su cuñado Serrano Súñer, excesivamente germanófilo para los nuevos tiempos muestra este cambio de actitud
En 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas votó contra el ingreso de España. La dictadura de Franco era considerada aliada de las potencias fascistas recién derrotadas.
A esta condena internacional siguieron años de aislamiento económico y político, aunque EEUU trataba de no romper completamente con un régimen que podía ser su aliado en la recién iniciada guerra fría. Pese a ello, España no recibió ninguna ayuda del Plan Marshall, ni fue admitida en la OTAN.
Mientras la dictadura trató de lavar su imagen internacional, reduciendo el protagonismo de los falangistas y de todos los símbolos (saludo fascista...) que recordaran a las potencias del Eje. Paralelamente, los católicos obtenían mayor presencia en la dictadura. El apoyo de la Santa Sede era esencial para salir del aislamiento internacional.
Se puede afirmar que el inicio de la guerra fría salvó al régimen de Franco. La hostilidad hacia la URSS provocó un giro en la posición internacional norteamericana. En el interior eran los tiempos de la histeria anticomunista propiciada por el senador McCarthy. En 1950, la ONU, a instancias de EEUU, recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. En 1953 se firmaron los Acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en España en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio España recibió una ayuda económica norteamericana no comparable a la que recibieron otros países europeos con el Plan Marshall. También en 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede.
Tras el terror y la paralización del país durante los años cuarenta, en los años cincuenta aparecen las primeras protestas de la oposición:
En 1956, tuvieron lugar diversos incidentes en la Universidad de Madrid entre estudiantes antifranquistas y miembros del SEU y el boicot a los tranvías en Barcelona, en 1951, mostraba las primeras protestas obreras.
Sin embargo, esta reactivación de la oposición tuvo una incidencia muy débil. Lo más importante políticamente del período fue el acceso al gobierno de varios ministros del Opus Dei al gobierno en 1957. Esta incorporación fue la antesala de la reforma económica de 1959 que traería la liberalización de la economía y el desarrollo de los sesenta.
El inmovilismo político quedó consagrado en 1958 con la aprobación de la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en la que simplemente se resumían los viejos principios ideológicos del régimen.
El fin del aislamiento internacional quedó claramente expuesto con la visita del presidente norteamericano Eisenhower a a España en 1959. El abrazo entre el general que había intervenido de forma clave en la derrota de Hitler y el dictador que había sido aliado del Führer mostraba como la guerra fría había cambiado la política internacional.

fundamentos ideológicos del franquismo

· Concentración del poder político en Franco. La "adhesión inquebrantable" al Caudillo fue el elemento clave de todo el edificio político del franquismo.
· Anticomunismo. Este factor fue clave desde el inicio de la guerra civil. La guerra fría entre EEUU y la URSS dese 1945 hizo que el régimen franquista reforzara aún más este aspecto para ser aceptado en el mundo occidental.
· Antiparlamentarismo y antiliberalismo. El franquismo siempre se mostró contrario a las libertades políticas.
· Nacionalcatolicismo. La Iglesia fue la gran legitimadora de la dictadura franquista. A cambio dominó la vida social y la educación. Una estricta moral católica en lo público y en lo privado se impuso en el país.
· Defensa de la "unidad de la Patria". Negativa a cualquier autonomía política de las regiones y fomento del castellano como única lengua española. La prohibición de las otras lenguas peninsulares fue estricta en los primeros momentos para, posteriormente, evolucionar hacia una cierta tolerancia.
· Tradicionalismo. La idea de España que defendió la dictadura se basó en raíces históricas a menudo adulteradas (La Reconquista, el Imperio, Defensa del Catolicismo)
· Militarismo. Preponderancia social del estamento militar (desfiles, uniformes, himnos, bandera...)
Franco asentó su nuevo régimen en:
Ø La oligarquía terrateniente y financiera que recuperó su hegemonía social y fue la gran beneficiaria de la política económica intervencionista del régimen
Ø Clases medias rurales del Norte y Castilla que estaban bajo una fuerte influencia de la religión católica.
La mayor parte de las clases medias urbanas y de las clases trabajadoras apenas respaldaron a la dictadura. En los primeros años de la dictadura, la represión sistemática, la miseria y la desmoralización tras la derrota impidieron que esa falta de apoyo se concretara en oposición al régimen. La situación cambió en los años sesenta. El desarrollo económico hizo que el régimen contara con mayor consenso social entre las clases medias y trabajadoras, aunque al mismo tiempo la tímida liberalización del país propició el desarrollo de la oposición.
La dictadura basó sus sistema político en la estricta prohibición de los partidos políticos, unida a una brutal represión contra los que habían apoyado a la República. En 1937 se había establecido el partido único, la FET de las JONS, que vino a denominarse el Movimiento Nacional.
Sin embargo, dentro del régimen, bajo una completa subordinación al Caudillo, hubo diferentes familias políticas, es decir, grupos con diversa sensibilidad política que trataron de influir en las decisiones tomadas por Franco:
La Falange no tenía nada que ver con el pequeño grupo creado por Jose Antonio. Ahora los falangistas se hallaban integrados en el partido único bajo el liderazgo absoluto de Franco.
Su principal función fue el control de la vida social y económica del país a través de diversas instituciones del régimen: el Frente de Juventudes, la Sección Femenina, y la Organización Sindical. La Falange jugó un rol importante en los primeros momentos de la dictadura. Tras la derrota de las potencias fascistas del Eje en 1945 pasó a tener un papel más secundario
Los militares tuvieron prestigio y poder político, pero estuvieron completamente subordinados a Franco. Alguno de los más importantes colaboradores del dictador, como Carrero Blanco, fueron militares. Muchos cuadros y dirigentes de la dictadura procedieron de instituciones religiosas como el Opus Dei. Tras el Concilio Vaticano II distanciamiento entre la dictadura y parte de la Iglesia. Tras el final de la guerra, los carlistas jugaron un papel secundario, desapareciendo como fuerza política relevante.
Pese a que Franco se negó a ceder la jefatura del estado a Don Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII y padre de Juan Carlos I, muchos monárquicos colaboraron con la dictadura, especialmente en los primeros años del régimen.
En la práctica, todas estas familias tuvieron un papel secundario Franco siempre impidió que alguien acaparara demasiado poder y buscó un equilibrio que garantizara su poder omnímodo.

Carteles de propaganda de la guerra civil




sábado, 17 de mayo de 2008

carteles de propaganda de la guerra civil



Carteles de propaganda de la guerra civil




ejercicio de vocabulario

Define los siguientes términos:

Brigadas Internacionales:


Legión Condor:


POUM:


“Alzamiento Nacional”:


Caudillo:


Nacional-catolicismo:



Regulares:



Milicia popular:

Comentario de texto

“Alguien ha dicho que el Movimiento militar ha sido preparado por unos generales ambiciosos y alentados por ciertos partidos políticos dolidos de una derrota electoral. Esto no es cierto. Nosotros hemos ido al Movimiento, seguidos ardorosamente del pueblo trabajador y honrado, para librar a nuestra Patria del caos de la anarquía, caos que desde que escaló el Poder el llamado Frente Popular iba preparándose con todo detalle al amparo cínico y hasta con la complacencia morbosa de ciertos gobernantes.
De no haber salido nosotros al paso con tiempo y en fecha oportuna, la Historia de la humanidad hubiera conocido en pleno siglo XX la más sangrienta de las revoluciones, que nos hubiese llevado forzosamente a desaparecer del mapa de Europa como nación libre y civilizada.
Lo ocurrido en todos los lugares del territorio nacional en que los «rojos» han dominado es pequeño botón de muestra de lo que habría sido lo otro: lo que se proyectaba para el 29 de julio, bajo los puños cerrados de las hordas marxistas y a los acordes tristes de La Internacional. Sólo un monstruo, de la compleja constitución psicológica de Azaña, pudo alentar tal catástrofe; monstruo que parece más bien producto de las absurdas experiencias de un nuevo y fantástico doctor Franckestein que fruto de los amores de una mujer. Yo, cuando al hablarse de este hombre oigo pedir su cabeza, me parece injusto: Azaña debe ser recluido, simplemente recluido, para que escogidos frenópatas estudien en él «un caso», quizá el más interesante, de degeneración mental, ocurrido desde el hombre primitivo a nuestros días.
Pero todos los horrores que el pueblo español ha padecido, y en algunos puntos sigue aún padeciendo, con ser muchos, no son lo más grave, lo que merece mayor castigo; el mayor castigo lo merece la parte que de tradición a España existe en ciertos manejos de los caudillos del Frente Popular: instigaciones a la desmembración de España; ofrecimientos de territorios isleños a cambio de materiales o morales apoyos, creyendo podrían vencernos; agitación en nuestra zona del Protectorado, para levantarla en armas, labor que ha venido realizando el experto capitán Araña señor Prieto, auxiliado por el malvado intérprete Cerdeira, con tan mala intención como falta de éxito; y, por último, el saqueo del oro que se guarda en los sótanos del Banco de España, saqueo del tesoro nacional, caso sin precedentes en la historia de la civilización occidental. Pero, ¡ah¡, todo esto se ha de pagar, y se pagará muy caro. La vida de los reos será poco. Les aviso con tiempo y con nobleza: no quiero que se llamen a engaño.
Hace unos días ha dicho una de más significantes figuras del Frente Popular –me refiero al señor Martínez Barrio- que no nos rendíamos, porque no sabíamos cómo hacerlo. No, señor Martínez Barrio, no. Nosotros no hemos pensado jamás en rendirnos, y mucho menos ahora, que tenemos la victoria en nuestras manos, pese a todos los elementos de que el llamado Gobierno de Madrid ha dispuesto y a los auxilios recibidos y que se siguen recibiendo de fuera de casa. Si duda de mi afirmación, con la misma sinceridad que le hablé la noche del 18 al 19 del pasado y con igual cortesía, le invito a venir a estas tierras en que nosotros dominamos, para que vea cuál es el orden que aquí impera, cuál es la moral y cuál es el sentir de estas gentes nobles; será bien recibido se lo juro, y así podrá comparar la España que ustedes viven con la nuestra, con la que nosotros disfrutamos, y se dará perfecta cuenta –si no se le ha dado ya- de quiénes son los vencedores en esta contienda cruel, pero necesaria.
¿Se nos pregunta del otro lado que adónde vamos? Es fácil y los hemos repetido muchas veces: a imponer el orden, a dar pan y trabajo a todos los españoles, y a hacer justicia por igual ... Y luego, sobre las ruinas que el Frente Popular deje –sangre, fango y lágrimas-, edificar un Estado grande, fuerte, poderoso, que ha de tener por gallardo remate, allá en altura, una Cruz de amplios brazos- señal de protección a todos-, Cruz sacada de los escombros de la España que fue, pues es la Cruz, símbolo de nuestra religión y de nuestra fe, lo único que ha quedado y quedará intacto en esta vorágine de locura, vorágine que intentaba teñir para siempre las aguas de nuestros ríos con el carmín glorioso de valiente sangre española ...
En resumen: ni rendición, ni abrazos de Vergara, ni pactos del Zanjón, ni nada que no sea victoria aplastante y definitiva.”

Discurso del general Emilio Mola el 15 de agosto de 1936.
Vid. Emilio Mola. Obras completas. Valladolid: Santaren, 1940, p. 1178-1179.
Responde a las siguientes preguntas:
1) Identifica la idea principal del texto y el núcleo temático de la materia, donde lo situarías
2) Explica las razones que da para el golpe de estado.

la dimensión internacional del conflicto y las consecuencias.

La guerra civil española fue uno de los conflictos del siglo XX que más repercusión internacional provocó. En el conflicto español se entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes corrientes políticas del momento. Las potencias fascistas decidieron desde un primer momento ofrecer una ayuda importante a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no solo podía conseguir beneficios estratégicos, Italia continuaba su política de expansión mediterránea y Alemania podía obtener un aliado que amenazara la retaguardia francesa, sino que ayudaban a un aliado ideológico en su lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías obreras. Portugal se unió desde un principio a esta ayuda a Franco. La URSS, por otro lado, tuvo muy claro desde un principio su compromiso de ayuda a la República. No sólo se enfrentaba a la expansión del fascismo, sino que alejaba el centro del conflicto entre las potencias al otro confín de Europa, alejando el interés de Hitler de sus fronteras. Gran Bretaña estaba decidida desde un principio a mantenerse neutral. El gobierno conservador británico veía con aprensión la extensión de la influencia germano-italiana a la península y la consecuente puesta en peligro de su base de Gibraltar y su ruta imperial a la India; sin embargo, la orientación revolucionaria que pronto tomaron los acontecimientos en la zona republicana alejó definitivamente de la cabeza del gobierno conservador la posibilidad de una ayuda a la República. El gobierno francés, pese a estar conformado por el izquierdista Frente Popular, siguió lo marcado desde Londres. El mayor ejemplo de esta actitud fue la política de apaciguamiento ante las potencias fascistas, que alcanzó su cenit con la firma del Pacto de Munich en septiembre de 1938. Se puede afirmar que desde ese momento, las esperanzas de la República desaparecieron.
La desigual ayuda exterior recibida por ambos bandos fue uno de los factores que explican la victoria de los nacionales. El bando nacional recibió desde un primer momento una decidida ayuda de Hitler y Mussolini. Tras recibir apoyo aéreo para pasar el Ejército de África a la península, Mussolini envió setenta mil soldados italianos, munición y material de guerra; y Hitler mandó la Legíon Cóndor que incrementó de manera decisiva la superioridad aérea de Franco. La colaboración de Portugal, aunque no fue decisiva en el terreno militar, permitió el libre paso de armas para el ejército de Franco por territorio luso. Por último, hay que señalar las tropas marroquíes integradas en el Ejército franquista y que a menudo fueron utilizadas como fuerzas de choque. La ayuda soviética comenzó a llegar a tiempo para ayudar en la defensa de Madrid. Sin embargo, aunque fue importante fue más dispersa y de menor calidad que la que recibió Franco.
En cuanto a las consecuencias se han dado cifras muy dispares al cuantificar las pérdidas demográficas que causó el conflicto: los muertos en el frente y por la represión en la guerra y en las posguerra, el hambre, las epidemias; la reducción de la natalidad consiguiente. Los cálculos más aceptados estiman en quinientos mil muertos, el coste demográfico de la guerra y la posguerra. A ello habría que añadir la cifra de no nacidos y la pérdida de población joven. Otro elemento clave de las consecuencias demográficas fue el exilio republicano. Ya durante el conflicto, los "niños de la guerra" fueron evacuados a países extranjeros, pero el gran éxodo tuvo lugar en enero y febrero de 1939, consecuencia de la conquista de Cataluña. En conjunto, se calcula que hubo unos cuatrocientos cincuenta mil exiliados. Aunque algunos fueron retornando durante la dictadura, muchos no volvieron a España o esperaron a la muerte del dictador en 1975. Este exilio supuso una importante pérdida demográfica para el país: una población joven y activa, que incluía a gran parte de los sectores más preparados del país: las elites científicas, literarias y artísticas de la Edad de Plata.
La guerra fue una verdadera catástrofe económica. Un dato revela su magnitud: la renta nacional y per cápita no recuperará el nivel de 1936 hasta la década de 1950. El resultado de la guerra trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores. La guerra supuso una verdadera fractura moral del país. Varias generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra.

la evolución de la guerra. Evolución política de los dos bandos

Tras fracasar en su intento de atacar frontalmente a Madrid, Franco intentó cercar a la capital. Este intento dio lugar a la batalla del Jarama, una de las más encarnizadas de la guerra, y la batalla de Guadalajara, donde las tropas italianas enviadas por Mussolini fueron derrotadas. Mientras las tropas franquistas tomaban Málaga. El fracaso ante Madrid hizo que Franco optara por una nueva estrategia: ya no busco acortar el conflicto, sino que fue atacando las zonas más débiles de los republicanos.
De la primavera al otoño de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte republicana que había quedado aislada del resto del país. Uno tras otro, el País Vasco, Cantabria y Asturias fueron cayendo en manos de Franco. Durante la campaña vasca, Mola, el único general que podía competir con Franco en el liderazgo del bando nacional, murió en accidente de avión. La conquista del norte tuvo graves consecuencias para la República. No sólo perdieron las minas de carbón y hierro de la zona, sino que, en adelante, los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas en la zona sur. En diciembre de 1937, tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel. Las condiciones climáticas marcaron una ofensiva que finalmente fracasó. Tras asegurar el dominio de Teruel, Franco lanzó una ataque general en Aragón. El éxito fue fulgurante y el 15 de abril de 1938 las tropas nacionales llegaron a Vinaroz en el Mediterráneo. La zona republicana quedó partida en dos. La última gran ofensiva republicana dio lugar a la Batalla del Ebro en julio de 1938. Con más de 100.000 muertos, esta fue la más cruenta de las batallas de la guerra civil y agotó definitivamente la moral y las reservas republicanas. La antesala del fin de la guerra fue la ofensiva nacionalista contra Cataluña. Tras tomar Barcelona, las tropas franquistas llegaron a la frontera francesa en febrero de 1939. Antes se había producido un enorme y patético éxodo de población. Más de 500.000 personas huyeron a Francia, donde fueron hacinadas en campos de concentración. Ante la inminente derrota, las divisiones internas se hicieron aún más profundas en el bando republicano. El gobierno de Negrín, con el apoyo de los comunistas y parte de los socialistas, proponía la resistencia a ultranza. El objetivo era que el conflicto español quedara integrada en la inminente guerra europea y mundial que todo el mundo veía venir. De esa manera, la República española encontraría aliados que le permitirían cambiar el signo de la guerra. Contra esta posición, y defendiendo la negociación de la derrota con Franco, el coronel Casado dio un golpe contra el gobierno de Negrín. Pese a las propuestas de negociación de Casado, Franco exigió la rendición incondicional. El 28 de marzo, las tropas franquistas entraron en Madrid y el 1 de Abril de 1939 terminaba la sangrienta guerra.
El fracaso del golpe militar desencadenó en la zona republicana una verdadera revolución social. Los comités de los partidos y sindicatos obreros pasaron a controlar los elementos esenciales de la economía: transportes, suministros militares, centros de producción. Mientras el gobierno se limitaba a ratificar legalmente lo que los comités hacían de hecho. En el campo, tuvo lugar una ocupación masiva de fincas. Las grandes propiedades y, en algún caso, las medianas y pequeñas. En las zonas donde predominaban los socialistas se llevó a cabo la socialización de la tierra y su producción. En las zonas de hegemonía anarquista tuvo lugar una colectivización total de la propiedad. En algunos casos, se llegó incluso a abolir el dinero. En septiembre de 1936 se estableció un gobierno de unidad, presidido por el socialista Largo Caballero y con ministros del PSOE, PCE, Izquierda Republicana y grupos nacionalistas vascos y catalanes. En noviembre se incorporaron cuatro dirigentes anarquistas, entre ellos Federica Montseny, la primera mujer ministro en España. El gran desafío del nuevo gobierno era recuperar el control de la situación y crear una estructura de poder centralizada que pudiera dirigir de forma eficiente el esfuerzo de guerra. La tarea era enorme difícil. El poder estaba en manos de miles de comités obreros y milicias que a menudo se enfrentaban entre sí, especialmente los anarquistas con socialistas y comunistas. Los gobiernos autónomos eran otro factor de disgregación. No sin dudas, el nacionalismo vasco había optado por apoyar la República y en octubre se aprobó el Estatuto vasco. Jose Antonio Aguirre se convirtió en el primer lehendakari o presidente del gobierno autónomo. En la zona republicana se enfrentaron básicamente dos modelos. Por un lado, la CNT-FAI y POUM que emprendieron la inmediata colectivización de tierras y fábricas. Su lema era "Revolución y guerra al mismo tiempo". Su zona de hegemonía fue Cataluña, Aragón y Valencia. Por otro lado, el PSOE y el PCE intentaron restaurar el orden y centralizar la toma de decisiones en el gobierno, respetando la pequeña y mediana propiedad. Su lema era "Primero la guerra y después la revolución". Las disensiones internas fueron continuas y llegaron a su momento clave en Barcelona en mayo de 1937. El gobierno de la Generalitat, siguiendo instrucciones del gobierno central, trató de tomar el control de la Telefónica de Barcelona, en manos de un comité de la CNT desde el inicio de la guerra. El intento desencadenó una insurrección y los combates callejeros se extendieron por Barcelona. A partir de marzo de 1938, momento en el que las tropas de Franco llegaron al Mediterráneo y dividieron en dos la zona republicana, surgieron de nuevo dos posturas enfrentadas. Mientras la postura oficial, representada por Negrín y apoyada por el PCE y parte del PSOE, seguía defendiendo la "resistencia a ultranza", algunos dirigentes, anarquistas y socialistas, empiezan a hablar de la necesidad de negociar ante la perspectiva de la segura derrota. Así, en marzo de 1939 el golpe del coronel Casado desalojó del poder a Negrín. La esperanza de negociar con Franco se disipó inmediatamente, cuando el dictador exigió la rendición incondicional. La muerte del general Sanjurjo, el 20 de julio de 1936 cuando volaba desde Portugal hacia España, dejó a la insurrección sin un líder claro. El 24 julio tuvo lugar una reunión de los generales insurrectos en Burgos. Allí se acordó crear la Junta de Defensa Nacional, que se configuró como órgano provisional de gobierno de la zona nacional. Las medidas que adoptó fueron drásticas: se estableció el estado de guerra en todo el territorio, se suprimieron todas las libertades y se disolvieron todos los partidos políticos, excepto la Falange y los requetés carlistas. En esos momentos la propaganda nacionalista acaba de configurar la justificación del golpe militar contra un gobierno democráticamente elegido. La insurrección militar ha sido en realidad un Alzamiento Nacional contra una República "marxista" y "antiespañola". La Iglesia Católica, duramente perseguida en la zona republicana, termina de configurar la teoría que justifica la matanza que está asolando el país: la guerra es una Cruzada para liberar a España del ateísmo. Las medidas que se tomaron en el terreno económico fueron encaminadas en una doble dirección: cancelación de todas las reformas republicanas, el mejor ejemplo es la devolución a sus propietarios de las tierras repartidas en la reforma agraria, e intervención del Estado en la economía siguiendo los principios de la ideología fascista. Así, en 1937, se creó el Servicio Nacional del Trigo que pasó a controlar el abastecimiento de pan de la población. La necesidad de contar con una dirección única era evidente para unos militares educados en la disciplina y la jerarquía. Así el 1 de octubre 1936 Franco fue designado Jefe del Gobierno del Estado español. Sus éxitos militares, el estar al frente del poderoso Ejercito de África y el apoyo de Alemania con la que mantenía contactos directos explican el ascenso al poder de Franco. En adelante, el Caudillo, como le empieza a denominar la maquinaria propagandística del bando nacional, establece una dictadura personal basada en un régimen militar. Una Junta Técnica del Estado, formada por militares, se conforma como órgano consultivo del dictador. En abril de 1937, se aprobó el Decreto de Unificación. Falangistas y carlistas quedaron unificados en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, conocida como el Movimiento Nacional. El modelo de partido único del fascismo italiano y del nacional-socialismo alemán se imponía en la España franquista. El nuevo régimen estableció un estado confesional. Volvió la subvención estatal de la Iglesia, se abolió el divorcio y el matrimonio civil, gran parte de la educación volvió a manos del clero. Se establecía así lo que se vino a denominar el Nacional-catolicismo. Por último, se creó una legislación que institucionalizó la represión contra los vencidos. En febrero de 1939 se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas, por la que se designaba "rebeldes" a todos los que se hubieran enfrentado al Movimiento Nacional.

desarrollo de la guerra civil hasta la toma de Málaga

El golpe y el estallido de la guerra provocaron la destrucción de las estructuras estatales de la II República. En el bando nacional el poder quedó en manos de un grupo de generales, que, siguiendo las propuestas de Mola, establecieron un estado autoritario y militarizado. En el bando republicano el gobierno de la República perdió el control de la situación y el poder real quedó en manos de comités obreros organizados por partidos y sindicatos que no estaban sometidos a ningún tipo de poder centralizado. En los primeros momentos de la guerra hubo una enorme represión en ambos bandos. Las ejecuciones y los asesinatos se extendieron como una pesadilla por todo el país. La represión en la zona nacional se dirigió esencialmente contra los militantes obreros y campesinos, aunque algunos intelectuales, como Federico García Lorca, fueron también víctimas del horror. La represión estuvo bastante organizada y controlada por las autoridades militares. Este hecho no impidió que pistoleros falangistas descontrolados protagonizaran excesos de todo tipo. En la zona republicana los grupos que sufrieron la violencia fueron esencialmente los sacerdotes y las clases adineradas. Jose Antonio Primo de Rivera, prisionero en Alicante al estallar la guerra, fue juzgado y ejecutado. Tras el caos inicial en el que se produjeron graves excesos, el gobierno fue controlando poco a poco la situación y la represión se atenuó.
Un elemento clave para comprender la victoria final de los nacionales fue el "puente aéreo" organizado con aviones alemanes e italianos que permitió el rápido traslado del Ejército de África a la península. Los legionarios y regulares, fuerzas profesionales que superaban con facilidad a las desorganizadas milicias obreras y campesinas, iniciaron un rápido avance hacia Madrid. En el camino, el general Yagüe que mandaba las columnas decidió desviarse hacia Badajoz. Las tropas continuaron su avance hacia Madrid y antes de alcanzar Madrid, Franco decidió desviar de nuevo las tropas para liberar a la guarnición asediada en el Alcázar de Toledo. La "liberación del Alcázar" fue un gran triunfo propagandístico para Franco. Mientras, Mola tomó Irún y San Sebastián aislando al País Vasco de la frontera con Francia.
El 18 de octubre de 1936 las fuerzas nacionalistas dirigidas por Varela llegaron a las afueras de Madrid. En noviembre de 1936 se inició la Batalla de Madrid. El 4 de noviembre de 1936 ocuparon Alcorcón, Leganés, Getafe y Cuatro Vientos. La caída de la capital en manos de las tropas rebeldes parecía inminente. Ante la superioridad militar de las fuerzas nacionales, partidos y sindicatos obreros alentaron la movilización del pueblo madrileño para defender su ciudad. El grito de "¡No Pasarán!" se hizo celebre en todo el mundo. La moral de la población madrileña aumentó con la llegada de refuerzos exteriores. Las Brigadas Internacionales, cuerpo de voluntarios organizados esencialmente por los comunistas; tanques y aviones rusos, la columna del anarquista Durruti ... llegaron para ayudar en la defensa de la capital. La ciudad fue sometida a bombardeos aéreos por aviones Junker alemanes y se produjeron duros combates en la Casa de Campo, la Ciudad Universitaria y el Puente de los Franceses. Las tropas republicanas consiguieron resistir y, finalmente, Franco ordenó el fin del asalto frontal a la ciudad.

la sublevación militar y el comienzo de la guerra.

El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla. Desde allí se extendió rápidamente al conjunto del protectorado de Marruecos. El 18 y 19 de julio, el golpe se extendió a la península y los archipiélagos. Mientras el gobierno de Casares Quiroga reaccionaba con lentitud ante los acontecimientos. El golpe triunfó en Galicia, Castilla-León, Navarra, con el general Mola en Pamplona, Andalucia Occidental, con Queipo de Llano en Sevilla, Baleares, con Goded que después se desplazó a Barcelona para ponerse al frente de la insurrección, y Canarias, desde donde Franco, tras asegurar el triunfo del golpe en el archipiélago, se desplazó a Marruecos el día 19 para ponerse al frente del ejército de África. También triunfó en enclaves aislados como Oviedo, con el general Aranda, Granada, donde tuvo lugar asesinato de García Lorca, y Zaragoza con el general Cabanellas.
El golpe fracasó en Asturias, Cantabria y parte del País Vasco, donde el PNV colaboró finalmente con la República, Cataluña, Levante, Madrid, Castilla la Mancha, Murcia y la zona oriental de Andalucía. Los fracasos más graves tuvieron lugar en Madrid, donde el nuevo presidente Giral entregó armas a las milicias obreras, y en Barcelona, donde una inusual colaboración de los obreros de la CNT con la Guardia Civil y la Guardia de Asalto abortó la insurrección. El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y al inicio de la guerra. La zona nacional contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia y las minas de carbón leonés y de Riotinto en Huelva. Ante todo, tenía un ejército mucho más preparado que contaba con divisiones íntegras en Castilla, Galicia y Andalucía y, sobre todo, con el Ejército de África, la Legión y los Regulares. En la zona republicana quedaron comprendidas las regiones industriales, y contaba con el trigo en La Mancha y los productos de las huertas levantinas. También pudo disponer de las reservas de oro del Banco de España. Sin embargo, las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas. La mayor parte de los oficiales se sublevaron y el propio gobierno disolvió muchas unidades cuya fidelidad era dudosa. La Armada, sin muchos de sus oficiales, y la Aviación permanecieron en manos del gobierno republicano.

Guerra civil





Comentario de texto

Discurso de J. Antonio Primo de Rivera. Febrero de 1936

“Después de esta experiencia estéril de estos dos años, ¿otra vez se nos convoca, como en 1933; otra vez se nos llama para esto, porque viene el lobo, porque viene el coco? ¿otra vez ya ajados por el uso esos melancólicos carteles que dicen: “Obrero honrado, obrero consciente –que era un lenguaje apolillado ya cuando se escribía Juan José-.” Obrero honrado, obrero consciente, no te dejes engallar por lo que te dicen tus apóstoles”? ¡Como si el obrero honrado y consciente no supiera que hasta que armó sus fuertes Sindicatos –donde hubo algún apóstol que quizá medró en política, pero donde hubo ánimo combatiente y medios numerosos-; que hasta que tuvo esos Sindicatos y planteó la guerra, los que hoy escriben esos carteles no se acordaron de que eran obreros honrados y conscientes! Esos carteles, donde se habla de todo, desde los incendios de Asturias hasta las toneladas de cemento que pensaba emplear la CEDA en su plan quinquenal, pero de donde hay dos cosas totalmente ausentes: primera, la sintaxis; segunda, el sentido espiritual de la vida. Cemento, materiales de construcción, jornales, eso sí; aquello de antes, como ya os he dicho esta mañana: el crucifijo en las escuelas, la Patria, la unidad nacional, ni por asomo.

A última hora parece que se han acordado de que habían quedado fuera de los programas estos pequeños detalles, y empiezan a salir algunos carteles que remedian, si no la sintaxis, al menos el descuido. Los carteles del miedo, los carteles de quienes temen perder lo material, los carteles que no oponen a un sentido materialista de la existencia un sentido espiritual, nacional y cristiano; los carteles que expresan la misma interpretación materialista del mundo, la interpretación esa que yo me he permitido llamar una vez el bolchevismo de los privilegiados. Para eso nos convocan, con la invocación de ese medio, nos llaman y nos dicen: “Que se nos hunde España, que se nos hunde la civilización cristiana: venid a salvarla echando unas papeletas en unas urnas”. Y vosotros, electores de Madrid y de España ¿vais a tolerar la broma de que cada dos años tengamos que acudir con una papelita a salvar a España y la civilización cristiana y occidental? ¿es que España y la civilización occidental son cosas tan frágiles que necesiten cada dos años el parche sucio de la papeleta y el sufragio? Es ya mucha broma esta. Para salvar la continuidad de esta España melancólica, alicorta, triste, que cada dos años necesita un remedio de urgencia, que no cuenten con nosotros. Por eso estamos solos, porque vemos que hay que hacer otra España, una España que se escape de la tenaza entre el rencor y el miedo por la única escapada alta y decente, por arriba, y de ahí por dónde nuestro grito de “¡Arriba España!” resulta ahora más profético que nunca. Por arriba queremos que se escape una España que dé enteras, otra vez, a su pueblo las tres cosas que pregonamos en nuestro grito: la Patria, el Pan y la Justicia (...)

Y, por último ¿qué se creen que es la revolución, qué se creen que es el comunismo estos que dicen que acudamos todos a votar sus candidaturas para que el comunismo no pase? ¿Quiénes les han dicho que la revolución se gana con candidaturas? Aunque triunfaran en España todas las candidaturas socialistas, vosotros, padres españoles, a cuyas hijas van a decir que el pudor es un prejuicio burgués; vosotros militares españoles, a quienes van a decir que la Patria no existe, que vais a ver a vuestros soldados en indisciplina; vosotros, religiosos, católicos españoles, que vais a ver convertidas las iglesias en museos de los sin Dios; vosotros, ¿acataríais el resultado electoral? Pues la Falange tampoco. La Falange no acataría el resultado electoral. Votad sin temor; no os asustéis de esos augurios. Si el resultado de los escrutinios es contrario, peligrosamente contrario a los eternos destinos de España, la Falange relegará con sus fuerzas las actas de escrutinio al último lugar del menosprecio. Si, después, del escrutinio, triunfantes o vencidos, quieren otra vez los enemigos de España, los representantes de un sentido material que a España contradice, a saltar el Poder, entonces otra vez la Falange, sin fanfarronadas, pero sin desmayo, estaría en su puesto como hace un año, como ayer, como siempre”

Discurso en el Cine Europa de Madrid, 2 de febrero de 1936
José Antonio Primo de Rivera. Obras completas. Madrid: Dirección General de Información, 1952, p. 861 y ss.
Responde a las siguientes preguntas:
1) Identifica la idea principal del texto y el núcleo temático de la materia, donde lo situarías.
2) Principales rasgos de la ideología de Falange.

Ejercicio de vocabulario

Define los siguientes términos:

Laicismo:

CNT:


UHP:

Guardia de Asalto:

Sanjurjada:


Libertad de cultos:


CEDA:

Comentario de texto sobre la Constitución de 1931

Art. 1. España es una Republica democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de
Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La Republica constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de la Republica española es roja, amarilla y morada.
Art.2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art. 3. El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 4.- El castellano es el idioma oficial de la Republica.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de la provincias o regiones.
Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional 1..1
Art. 6. . España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Art. 7. El Estado español aclarará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.
Art. 9.- Los Alcaldes serán designados siempre por elección directa del pueblo o por el Ayuntamiento.
Art. 10. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas, comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo político-administrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con arreglo a los establecido en el
Art. 12.-.Para la aprobación del Estatuto de la región autónoma, se requieren las siguientes condiciones:
a ) Que lo propongan la mayoría de sus Ayuntamientos o, cuando menos, aquellos cuyos Municipios compren. dan las dos terceras partes del Censo electoral de la región.
b) Que lo acepten, por el procedimiento que señale la ley Electoral, por lo menos las dos terceras partes de los electores Inscritos en el Censo de la región. Si el plebiscito fuere negativo, no podrá renovarse la propuesta de autonomía hasta trascurridos Cinco años.
c ) Que lo aprueben las Cortes.
Art. 21 El derecho del Estado español prevalece sobre el de las regiones autónomas en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas en sus respectivos Estatutos. 1.1
Art. 26 Quedan disueltas aquellas Ordenes religiosas que estatutariamente Impongan, además de los tres votos canónigos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado
Art. 27.- La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública. 1 1
Art. 31. Todo español podrá circular libremente por el territorio nacional y elegir en él su residencia y domicilio, sin que pueda ser compelida o mudarlos a no ser en virtud de sentencia ejecutoria. 1 1
Art. 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus Ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura. En ningún caso podrá recogerse la edición de libros y periódicos sino en virtud del mandamiento de juez competente. No podrá decretarse la suspensión de ningún periódico, sino por sentencia firme.
Art. 38.- Queda reconocido el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas. Una ley especial regulará el derecho de reunión al aire libre y el de manifestación.
Art. 39.- Los españoles podrán asociarse o Sindicarse libremente para los distintos fines de la vida humana, conforme a las leyes del Estado.
Los Sindicatos y Asociaciones están obligados a Inscribirse en el Registro público correspondiente, con arreglo a la ley.
Selección de articulado a partir de TIERNO GALVÁN, E.: Leyes políticas españolas fundamentales. ( 1.808 . 1.936 )
Madrid, 1.972
Responde a las siguientes preguntas:
1) Identifica la idea principal del texto y el núcleo temático de la materia, donde lo situarías
2) Principales características de la Constitución.

las elecciones de 1936 y el Frente Popular.

En un ambiente de creciente radicalización, se presentaron las siguientes candidaturas a las elecciones de febrero de 1936: Frente Popular: pacto electoral firmado en enero de 1936 por Izquierda Republicana, PSOE, PCE, POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y Esquerra Republicana de Catalunya. Este pacto agrupaba a todas las izquierdas. La CNT, con muchos presos en la cárcel, no pidió la abstención y apoyó de forma tácita a la coalición de izquierdas. La coalición de los grupos de derecha, formada por la CEDA y Renovación Española, acudió con un programa basado en el miedo a la revolución social. La Falange y el PNV se presentaron por su cuenta.
La victoria fue para el Frente Popular, que basó su triunfo en las ciudades y las provincias del sur y la periferia. Mientras, la derecha triunfó en el norte y el interior del país. Tras las elecciones, Manuel Azaña fue nombrado Presidente de la República. El objetivo era que Indalecio Prieto, hombre fuerte del ala más moderada del PSOE, ocupara la jefatura del gobierno. Sin embargo, la negativa del Partido Socialista, dividido en diversas tendencias, llevó a que se formara un gobierno presidido por Casares Quiroga y formado exclusivamente por republicanos de izquierda, sin la participación del PSOE. Así, el nuevo gobierno nacía debilitado.
Mientras, el ambiente social era cada vez más tenso. La izquierda obrera había optado por una postura claramente revolucionaria y la derecha buscaba de forma evidente el fin del sistema democrático. Desde el mes de abril se sucedieron los enfrentamientos violentos callejeros entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas.
Por un lado, había una trama política conformada por los principales líderes de los partidos: Gil Robles, Calvo Sotelo, Jose Antonio Primo de Rivera. Por otro lado, crecía el número de generales implicados: Franco, Goded, Fanjul, Varela... Emilio Mola, destinado en Pamplona, se convirtió en el jefe de la conspiración, el "director" del golpe. La salida antidemocrática tenía valedores internacionales. Muy pronto se iniciaron los contactos con Mussolini y Hitler.
El 12 de julio era asesinado por extremistas de derecha un oficial de la Guardia de Asalto, el teniente Castillo. La respuesta no tardó en llegar con el asesinato de José Calvo Sotelo por parte de un grupo de miembros de las fuerzas de seguridad. El enfrentamiento era inevitable. El gobierno de Casares Quiroga, que no había decidido tomar medidas pese a las continuas advertencias de las organizaciones obreras, vio como el 17 de julio de 1936 el ejército de Marruecos iniciaba la rebelión contra el gobierno de la República. El triunfo parcial del golpe desencadenó la guerra civil.

bienio radical-cedista.

Tras las elecciones, Lerroux formó un gabinete conformadoexclusivamente por miembros de su partido. La CEDA apoyó al gobierno desde el Parlamento. Lerroux se vio así obligado a iniciar lo que los grupos de derecha reclamaban, una política de rectificación de las reformas del bienio anterior. Esta nueva política se concretó en la paralización de las reformas iniciadas: Paralización de la reforma agraria, con la consiguiente expulsión de las tierras que habían ocupado de miles de jornaleros. Paralización de la reforma militar y designación para puestos clave de militares claramente antirrepublicanos como Franco, Goded o Mola. Esta nueva política fue completada con un amnistía para los participantes en el golpe de Sanjurjo en 1932. Conciliación con la Iglesia Católica. Paralización de las reformas educativas. Parón en el programa de construcciones escolares y anulación de la enseñanza mixta. Enfrentamiento a los nacionalismos periféricos. Freno al proyecto de Estatuto de Autonomía vasco, presentado por el PNV y enfrentamientos con la Generalitat catalana, que presidía Lluis Companys, dirigente de ERC, desde enero de 1934.
En un contexto de crisis económica internacional y de triunfo de los extremismos en Europa con el triunfo de Hitler en 193 y la consolidación de la dictadura de Stalin en la URSS, la lucha política se radicalizó en nuestro país. España se polarizó entre las "derechas" y las "izquierdas”
Derechas: La CEDA de Gil Robles agrupaba a las clases medias y populares católicas. Las Juventudes de Acción Popular (JAP), organización juvenil del partido, tenían ya en aquel momento rasgos claramente fascistas. En Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, se agrupaban los monárquicos con posturas cada vez más extremistas y antidemocráticas. Finalmente, la Falange Española de Jose Antonio Primo de Rivera se fusionó en 1934 con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) de Ledesma.
Izquierdas: La Izquierda Republicana de Manuel Azaña agrupaba el centro-izquierda que había optado por una política de reformas y de alianzas con el movimiento obrero. El PSOE, el mayor partido obrero, estaba dirigido por un grupo de líderes a menudo enfrentados. Indalecio Prieto y Largo Caballero representaban el ala más moderada y más radical del partido. En general, el PSOE vivió un claro proceso de radicalización. El PCE seguía las nuevas directrices de la Komintern y buscaba una alianza de la izquierda contra el fascismo. La experiencia alemana y el ascenso de Hitler en enero de 1933 habían hecho rectificar a Stalin y buscar alianzas con todas las fuerzas de centro-izquierda. La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria, aunque había quedado muy mermada tras el fracaso de la insurrección de diciembre de 1933. Los continuos enfrentamientos del gobierno de la Generalitat catalana con el gobierno de derechas de Madrid habían propiciado que la Esquerra Republicana de Catalunya dirigida por Lluis Companys girara a la izquierda en sus posiciones políticas.
La creciente tensión entre los dos polos políticos culminó con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. Esta remodelación del gobierno fue interpretada por la izquierda como el anuncio del triunfo inminente del fascismo en nuestro país. La cada vez más radicalizada izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga general contra el gobierno. El seguimiento fue muy desigual.
El movimiento fracasó en Madrid. El gobierno acuarteló a las tropas y detuvo a los principales dirigentes socialistas y comunistas. En Barcelona, Companys, desde la presidencia de la Generalitat, dirigió una insurrección con claro matiz independentista. La revuelta fue rápidamente reprimida por del Ejército. Lo peor ocurrió en Asturias. Aquí la huelga general triunfó y degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y la CNT. La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión más brutal. La Legión, dirigida por el general Franco, fue la encargada. El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue aterrador: más de mil trescientos muertos, el doble de heridos, treinta mil detenidos, entre ellos Companys, Azaña, que no había apoyado el levantamiento, y los principales dirigentes del PSOE como Prieto o Largo Caballero. La reacción del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña y se redactó una nueva Ley de Reforma Agraria, que en la práctica era una verdadera contrarreforma. La crisis definitiva vino con un escándalo de corrupción, el escándalo del Estraperlo, que afectó a altos cargos gubernamentales. Lerroux y el Partido Radical cayeron en un descrédito total. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.

las tensiones sociales y políticas y a las elecciones de 1933.

La crisis económica, la línea radical propiciada por la CNT y la negativa de la patronal a las reformas llevaron a un marco de fuertes tensiones sociales. Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes y a menudo violentos (Castilblanco, Arnedo, Baix Llobregat). El debate en Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocaron un oposición cerrada en las fuerzas de derecha. De nuevo, las fuerzas conservadoras recurrieron al tradicional método de la insurrección militar. El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en Sevilla agosto de 1932. La "Sanjurjada", mal preparada y con desigual apoyo en el ejército, fracasó.
La reacción de las fuerzas que apoyaban al gobierno fue inmediata. Las Cortes aprobaron la Ley de Reforma Agraria y del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En este territorio, la Esquerra Republicana de Catalunya, dirigida por Francesc Maciá, triunfó en las primeras elecciones autonómicas. Pese al fracaso de Sanjurjo, el gobierno republicano-socialista daba muestras de claro desgaste. En ese contexto, se produjeron los graves incidentes de Casas Viejas, en los que la Guardia de Asalto sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas. El escándalo consiguiente llevó al gobierno a la decisión de convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933. Para estas elecciones, la derecha se había reorganizado. Tres nuevos grupos se presentaron a los comicios: La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles, grupo mayoritario auspiciado por la Iglesia Católica. Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, en la que se agruparon los monárquicos. Falange Española, la versión española del fascismo, dirigida por Jose Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador.
Mientras la izquierda se presentó fragmentada en múltiples grupos y los anarquistas llamaron a la abstención. Las elecciones dieron la victoria de los grupos conservadores: Partido Republicano Radical y la CEDA. El triunfo conservador fue contestado por una insurrección anarquista que fue tuvo como resultado más de cien muertos.

bienio reformista

Tras aprobarse la Constitución, se inició un nuevo período con un gobierno presidido por Manuel Azaña y formado por republicanos de izquierda y socialistas. En diciembre, Niceto Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República. El gobierno republicano-socialista emprendió un amplio programa de reformas en un contexto económico desfavorable, marcado por el ascenso del paro. Estas fueron sus principales medidas:
Reformas laborales, iniciadas desde el Ministerio del Trabajo por el socialista Largo Caballero, que favorecían la posición de los trabajadores y sindicatos y encontraron la cerrada oposición de los empresarios
Reforma educativa: Amplio programa de construcción de escuelas y contratación de maestros: 6750 escuelas y 7000 maestros con mejores salarios. Enseñanza mixta. La Religión dejó de ser asignatura obligatoria lo que agudizó el enfrentamiento con la Iglesia.
Reforma militar. Buscando garantizar la fidelidad del Ejército al nuevo régimen republicano y propiciar la reducción del excesivo número de jefes y oficiales, se exigió el juramento de fidelidad al nuevo régimen republicano, pudiendo optar los que se negaran a ello al retiro voluntario con paga completa.
Reforma agraria: Se aprobó en 1932 la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Con ella se buscaba el reasentamiento de campesinos sin tierra en latifundios insuficientemente explotados. Su aplicación fue un fracaso y muy pocos campesinos se beneficiaron de la ley. Esto provocó una decepción generalizada entre el campesinado en un contexto económico de paro creciente.
En cuanto a la oposición al gobierno, La derecha tradicional quedó desorganizada tras la proclamación de la República en los primeros meses del nuevo régimen. La oposición conservadora quedó restringida a las Asociaciones Patronales como la Unión Económica Nacional y el Partido Radical de Lerroux. Este grupo de centro-derecha dirigió la oposición al gobierno en las Cortes. Por otro lado, la izquierda revolucionaria no dio tregua al nuevo gobierno. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT), con más de un millón de afiliados, siguió la línea extremista marcada por los militantes de la Federación Anarquistas Ibérica (FAI). El minoritario Partido Comunista de España (PCE) se hallaba también instalado en una línea radical, defendida en aquel momento por la Komintern y Stalin.

Elecciones de 1936



Elecciones de 1933


LA propiedad agraria en 1931